Gorina, Buenos Aires, Argentina. Octubre 2014

CLIENT: La Casita de los Chicos de Gorina – Gorina House Fundation

ACTION:

En la perifería de La Plata, en un barrio llamado Gorina, hay una fábrica texil abandonada donde viven, entre muros hechos por pareos y trapos de colores, más de 500 familias inmigrantes, de origen Peruana y Boliviana. En esta fábrica de familias hacinadas, la media de edad del cabeza de familia es de 20 años, familias la mayoría monoparentales con cuatro y cinco hijos, que viven en extrema pobreza.

Antes de llegar a la fábrica, está La Casita de los Chicos de Gorina, un espacio que hace muchos años abrió una pareja de profesores, los cuales, por iniciativa propia, abrieron este espacio, donde daban los miños podían jugar y tomarse una merienda caliente. 

En esta localidad, a pesar de tener más de 8.000 habitantes, no existen espacios verdes, ni parques de juego para los niños, ni siquiera cuentan con un lugar de esparcimiento como podría ser una plaza pública.
Desde “La Casita”, a través de la educación no formal, se intenta fomentar la participación activa de los niños/as y adolescentes a través de diferentes talleres, entendiéndose, dicho espacio, como un espacio de intercambio y crecimiento, donde cada uno tiene como pilar fundamental la revalorización y promoción de los derechos de los niños.

Nuestra aportación, fue la de realizar un taller de plantillas (stencil), que acabò con la creación del retrarto de Maradona, figura, que en este tipo de barrios es, a parte de ovni presente, un gran referente. Maradona, fué solamente una escusa, para facilitar a las educadoras, el poder trabajar con los niños muchos aspectos, a parte  de detectar carencias y problemas.

Este proyecto, ha sido uno de los proyectos que menos ha durado en el tiempo, pero a la vez ha sido, uno de los que más nos ha llegado.

ITA –

A Gorina, in una fabbrica tessile abbandonata, vivono, tra pareti divise da tante lenzuola colorate, piu di 500 famiglie di origine boliviana e peruviana.

Prima di arrivare alla fabbrica c’e una piccola casita con giardino. I proprietari della casa sono una coppia che insieme ad altre persone del quartiere hanno creato una fondazione per i diritti dei bambini, e la loro casa ne è diventata la sede operativa. Nella casita, ogni giorno vengono realizzate, attraverso l’educazione non formale, diversi laboratori, aventi come pilastro fondamentale la rivalutazione e la promozione dei diritti del bambino.

Il nostro contributo è stato quello di realizzare un laboratorio di fotgrafia e di stencil, che si è concluso con il ritratto di Maradona sulla parete. Un ritratto  ovvio, e proprio perche tale, capace di innescare un dialogo attuale sul ruolo del calcio nella societá argentina.